Este pasado fin de semana pude volver a disfrutar de la esencia de míticos conciertos en La Alameda de Valencia en Fallas, grandes puestas en escena que por los años 90 y bajo la marca “El Gran Musical de los 40 Principales” nos traían a los artistas más punteros del panorama musical a nuestras fiestas más internacionales.
Volvieron, pero con un formato mucho mas actualizado a la nueva realidad y volvieron ofreciendo una mayor experiencia a todos los que pudieron estar esas dos jornadas en el pleno corazón de Valencia.
Técnicamente podría destacar muchas mejoras con respecto a las primeras ediciones de estos mega conciertos; control de aforo, wc´s químicos, seguridad privada, servicios médicos, etc como corresponde a estos nuevos tiempos.
Pero la gran diferencia radicaba en la puesta en escena del escenario, la gran base de este tipo de eventos y la genial idea de hacer algo nuevo, algo más, algo que a la vez que destacan las marcas patrocinadoras, no hace perder un ápice el ritmo del show.
Decidieron mappear las lonas que cubren el escenario, esas vallas estáticas que se utilizan para dar a conocer quienes son los principales mecenas del evento o el nombre del mismo, esa imagen que quedará grabada a perpetuidad por todos los asistentes al concierto.
Porque, ¿quién no va a este tipo de eventos y saca su móvil para inmortalizar el momento?, tu canción, tu grupo, tu compañía, el espectáculo… pues hay que saber sacarle mas partido a este decorado que se van a llevar todos los asistentes y que después compartirán en sus redes sociales, grupos de WhatsApp, conversaciones en los bares o simplemente recordarán en la intimidad. Hay que saber estar presentes sin molestar.
Y eso se logró gracias al Mapping 3D, ser parte del show, sin incordiar, es más, lo hizo de una manera “molona” siendo esperada, ya que a través de un espectáculo de mapping 3D hacia las veces de recordatorio de agenda (calentando motores y sin que bajara la intensidad entre actuación y actuación) y anunciando la inminente aparición de los principales grupos y artistas en el escenario.
Unas veces como elemento de continuidad y otras como acción de “intro”, la imagen pasaba de estática a viva durante minutos intensos, acompañados de efectos sonoros, ritmos y música que sorprendieron en un primer momento y que eran esperados una vez los habías disfrutado.
Asi que sí, lo consiguió y los asistentes sacaron el móvil e inmortalizaron estos momentos ya como destacados, no importaba que grupo venia a continuación, era esa pieza en si lo que hacía moverse a los 15.000 asistentes que cada día abarrotaban el espacio de los Conciertos de Fallas 2023.
Por eso quería destacar que siendo la misma esencia que en los 90 pude disfrutar como usuario, esta vez y gracias a la tecnología, de una experiencia aún más total de los conciertos.
Mi enhorabuena a la marca que se ha sabido adaptar perfectamente a este nuevo orden, donde las experiencias y la tecnología son (como diaria la gran Nuria Lloret) más que amigos con derecho a roce.
Autor: José García, Director de QŪBICA